Fotos: Emilio Méndez
“Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, y las dos y las tres”... que larga se hizo la espera. Un desfase horario de 8 horas nos hizo pasar la noche prácticamente en vela. La corrida de 8 toros, de por sí infumables, se convirtió en tabaco negro, rancio y sin filtro debido al nulo juego de los toros de Magdalena González (puro Piedras Negras).
El primero de Ortega, Poeta de nombre, fue un puro despropósito. Sin fondo, ni raza, ni condición, ni por delante ni por detrás. Vacío. Lo recibió con seis verónicas y una media a ralentí que hicieron despertar al respetable. Lo demás, nada. Disposición a raudales, entrega en medio de unos pitones que en una ocasión se volvieron mirando al tendido y quisieron coger al matador con una habilidosa patada. La bravura del revés. Dos pinchazos y una media mandaron a Poeta con la Malinche.
Su segundo, General, no llegó ni a cabo primero. Aun así por lo menos quería coger el engaño, que por esas horas de la tarde eran ya toda una quimera. Con una paciencia desconcertante, Ortega lo fue metiendo en la canasta hasta conseguir dos tandas por el derecho y una por el izquierdo ligadas y con un ritmo especial. Pero ya, General se acordó de sus hermanos y consideró que ya había peleado bastante. Veinte pases y un espadazo perfecto le valieron la oreja. El público salió de su letargo y los sombreros cubrieron el ruedo en reconocimiento a una tarde que se la echó a cuestas el sevillano.
Plaza de toros de Jerez (Zacatecas). Un tercio de entrada. Seis toros de Magdalena González, vacíos todos y dos de San Isidro, desrazados para Fabián Barba: palmas y silencio, Juan Ortega: palmas y oreja, Fermín Espinosa Armillita IV: silencio y oreja y Andrés Suárez (tomaba la alternativa): silencio en ambos.
Enlaces a las publicaciones de los periódicos digitales:
EL SOL DE ZACATECAS
APLAUSOS
TOROS Y FAENA
MUNDOTORO
No hay comentarios:
Publicar un comentario