Actuación: Checa, 25 de agosto de 2013
DE PLAZA DE PRIMERA
El pasado 25 de agosto se lidió en Checa, pueblecito de la provincia de Guadalajara, allá por la corcusilla del Sistema Ibérico, una novillada de Román Sorando, envidia de los cosos lindantes. Seria y bien presentada, aunque ligeramente desigual, la de Sorando, que tuvo la nobleza por castigo, cumplió sobradamente las expectativas. El mejor lote, con un novillo excelente, fue a toparse con la planta ascética y baturra de Inmanol Sánchez, torero más ético que estético, valiente, pundonoroso y resuelto.
Azuzado por las estopas, que no sedas y franelas, y las tres orejas del mañico, Juan Ortega se atrevió con todas las suertes en el que cerraba plaza. Lo mismo le daban puyas que palos. Con igual desparpajo se alzó sobre las monturas para dejar un eficaz puyazo, como tomó los rehiletes para un garboso quiebro. Poderoso, valiente y artista, en la línea de progreso inagotable de este novillero, dejó excelentes verónicas, medias, revoleras, doblones, muletazos, pases de pecho y trincherazos, para deleite de un público predispuesto a saborear el toreo dulce y clásico de este artífice sevillano, que subió a su mano todos los apéndices. ¡Pena una pizca más de picante en su lote! En fin, una interesante tarde, allá por los confines de la Ibérica. ¡Ah!, y Ortega sabe matar.
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